Autónomos: las nuevas cuotas a partir de 2023

Tras las reuniones entre Gobierno y las principales asociaciones de autónomos, por fin se ha acordado la nueva reforma del Régimen Especial del Trabajador Autónomo (RETA). El objetivo principal de esta reforma no es otro que el de ajustar al máximo posible las bases de cotización a los ingresos reales de los autónomos en nuestro país.

Esta reforma tendrá vigor desde el 1 de enero de 2023, fecha en la cual los trabajadores por cuenta propia empezarán a pagar cuotas diferentes a las establecidas hasta ahora. Además, tendrá un período transitorio de 9 años hasta el 2031, durante el cual se podrán hacer correcciones en caso de ser necesario.

Dentro de este período transitorio de 9 años, cada 3 habrá revisiones periódicas en las cuales Gobierno y asociaciones de autónomos se reunirán nuevamente para acordar un nuevo esquema trienal de cotizaciones.

Así se quedan las nuevas cuotas para autónomos

Con esta nueva reforma, desde enero de 2023 y hasta el ejercicio de 2025, se establecen hasta 15 tramos diferentes de cotización para trabajadores autónomos, organizados de la siguiente manera:

Otros cambios que también se aplicarán desde 2023

Además de los nuevos tramos de cotización, las nuevas bases para autónomos traen otro tipo de cambios que también se empezarán a aplicar a partir de enero del 2023. Los más importantes son los siguientes:

• • Se amplía el número de cambios posible en cuanto a la base de cotización, hasta un máximo de 6 cambios posibles por año. Hasta ahora, el número máximo de cambios permitido era de 4, por lo que ahora podremos modificar nuestra cuota cada 2 meses.

• • En la cuota de autónomo se incluirá el cese de actividad (o lo que es lo mismo, el paro del autónomo), que dejará de ser voluntario como hasta ahora. Además, este cese podrá ser parcial y combinarse con nuestra actividad económica si nuestra facturación cae un 75 % o más durante al menos dos trimestres.

• • Los autónomos cotizarán en base a sus ingresos reales, lo que implica que en caso de cotizar por encima de nuestros ingresos, se nos devolverá la diferencia, al igual que si cotizamos de menos tendremos que pagar lo que falta.

¿Qué ventajas tienen estas nuevas cuotas?

Como sucede con este tipo de reformas, siempre habrá ventajas e inconvenientes a tener en cuenta. Así, la nueva organización en las bases de cotización de los autónomos cuenta con las siguientes mejoras:

Cuotas más justas

Al depender de ingresos reales, la cuota de autónomos es más justa: el que gana más, paga más, mientras que el autónomo que gana menos también pagará menos cada año. Se elimina así la cuota fija mínima existente hasta ahora.

Reducciones para la mayoría

Los autónomos que menos ganan (900 euros o menos) verán su cuota reducida, aunque según el Gobierno esto beneficiará a dos terceras partes de los autónomos de nuestro país.

Mejores pensiones públicas

Las pensiones públicas serán más justas a nuestras ganancias, puesto que cotizaremos según nuestros ingresos reales. También obtendremos una mejor protección social en lo que corresponde a las prestaciones de baja por enfermedad.

¿Cuáles son los inconvenientes de las nuevas cuotas de autónomos?

Como sucede con este tipo de reformas, siempre habrá ventajas e inconvenientes a tener en cuenta. Por otra parte, las principales quejas por parte de los autónomos y asociaciones acerca de esta nueva estructuración de cuotas son las siguientes:

Menos flexibilidad

Puesto que la base de cotización ahora pasa a depender de los ingresos reales, existe una menor flexibilidad a la hora de elegir la que más nos conviene. Hasta ahora podíamos elegir entre pagar menos por nuestra cuota o disfrutar de mayores prestaciones, algo que a partir de 2023 no será posible.

Reducción insuficiente

Si bien las bases de cotización más bajas (los tres primeros tramos, hasta aquellos ingresos inferiores a 1.666€) se irán reduciendo progresivamente en cada ejercicio, muchos autónomos consideran esta reducción insuficiente.

No se valoran riesgos

En muchos casos, el trabajador autónomo cotizará como un trabajador de régimen general, lo cual, aunque parezca justo, no lo es: emprender implica dificultades y riesgos a asumir, algo que no sucede en el caso del resto de trabajadores.